La licenciada en ciencias biológicas y becaria del Conicet, Catalia Di Rossi, brindó precisiones sobre el alga undaria, especie presente en el golfo San Matías desde hace más de una década pero no explotado hasta el momento.
La investigadora explicó que la Undaria pinnatifida es una macroalga que llega a medir hasta dos metros de largo, y que crece, como máximo, a 20 metros de profundidad del mar. La misma es originaria de Japón y Corea del Sur. “Es probable que haya llegado en el agua de lastre de los barcos que arriban a los puertos del golfo”, explicó Di Rossi.
Aunque se trata de una especie exótica, la becaria del Conicet sostiene que la presencia de undaria no tiene efectos ambientales adversos. Asimismo, descartó que la acuciante escasez de merluza y langostinos en el golfo San Matías guarde relación con la abundancia de esta alga.
«La presencia de Undaria en el golfo San Matías significa un nuevo recurso disponible para su explotación, lo que, en el contexto actual, es más que beneficioso.»
Catalia Di Rossi, licenciada en ciencias biológicas y becaria del Conicet. “Undaria parece ser un gran recurso digno de aprovechar”, marcó Di Rossi sobre su valor comercial. Entre los posibles destinos comerciales mencionó el consumo humano (por ejemplo, el wakame y el mekabu), industria cosmética, farmacéutica, y la producción de fertilizantes para la horticultura.
Además, contó que “en Mar del Plata se hicieron pruebas preliminares para su uso en textiles”, y agregó que “el extracto de Undaria tiene compuestos químicos con efectos positivos sobre la salud de la piel dañada”.
Aunque en varias partes del mundo se han realizado costosos esfuerzos para la erradicación de la undaria, Di Rossi no recomienda esto en el golfo San Matías. Es que además del valor comercial, esta alga podría tener potencial para regular la disponibilidad de recursos para otras especies.
“La Dra. Lorena Storero y el Dr. Patricio Pereyra encontraron que el pulpito Octopus tehuelchus, reconocida especie de interés comercial, utiliza a Undaria pinnatifida como refugio en algunos sitios de la bahía de San Antonio donde los refugios naturales son escasos”, ejemplificó.