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El ascenso de Central Norte no sólo engrandece su propia historia sino representa un resurgimiento muy esperado por gran parte del simpatizante y del fútbol salteño.
Su llegada a la segunda categoría del fútbol argentino realza los próximos clásicos que tendrá con Gimnasia y Tiro, nada más y nada menos, siempre y cuando el albo no pegue el salto a Primera (tiene posibilidades de jugar en el reducido por el ascenso). Y se vienen estadios llenos con más clásicos, como los tendrá nuevamente con San Martín de Tucumán, Gimnasia de Jujuy, o Chaco For Ever.
Central vuelve a un sitial del fútbol nacional al que es muy difícil llegar, donde volverá a toparse con equipos de la talla de Nueva Chicago, Chacarita, Deportivo Morón, Atlanta, Almagro, Ferro, All Boys, Quilmes y Colón de Santa Fe, por citar alguno.
La Primera Nacional 2025 arrancará a principios del próximo año.
El plantel completo de Central festejando el ascenso con su gente en Catamarca. Javier Rueda
Si bien faltan algunos meses para que el cuervo se presente en la nueva categoría, el ascenso significa mucho más de lo antes expuesto.
Central en la Primera Nacional sale de la órbita del Consejo Federal para ingresar directamente a la AFA, para sentarse en la mesa de los clubes de la segunda división.
Tendrá además otros tipos de ingresos, será televisado con mayor frecuencia y será sin doudas una nueva vidriera para explotar.
El estadio Martearena, que probablemente necesite de unos retoques de ahora en más, tomará un mayor protagonismo y la gente sin dudas acompañará al equipo, incrementando la media de público partido a partido.
Después de 37 años, lo que genera el ascenso de Central Norte a la Primera Nacional es para mucho, difícil de imaginar. Pero sucederá.