El 18 de abril, una mujer oriunda de General Güemes, Salta, sufrió un abuso por parte de su empleador. En su relato, contó que trabaja en esta casa de empleada doméstica y llenaba formularios para la escuela técnica hace 3 meses. Desde que tomó el valor de denunciar el hecho, la Justicia no hace nada, y cada hora que pasa teme más por su vida y la de sus hijos.
El relato en primera persona
“Ese día llegué a las 8 de la mañana, tocaba las manos y no salía nadie, me gritaron que entre, que estaba el portón abierto, y yo entré, pero no había nadie. Puse la pava como de costumbre, apareció el hombre y pregunté dónde estaba la señora, me dijo que estaba en Salta Capital haciéndose quimioterapia».
Él se sienta delante mío, me dijo que se sentía mal y me pidió que lo acompañe hasta la habitación para tomar unas gotas. Yo acompañé y ahí me agarró fuerte de los brazos, me tiró a la cama y me amenazó con que, si yo no lo hacía o decía algo, les iba a hacer algo a mis hijos.
Empezó a tocarme. Me obligó a sacarme la ropa. Le pedía que por favor me deje, que yo no iba a decir nada pero que por favor me deje. Fue ahí cuando sentimos un ruido fuerte, el salió rápido al baño y me dijo que me quede ahí, quieta.
No sé con qué fuerzas me cambié rápido empecé a correr y cuando quise salir, estaba la puerta con llave. Apareció atrás mío me dijo que, si yo hablaba, iba a hacerle algo a mis hijos y me dejo ir.
Llegué a mi casa y no sabía qué hacer. Mi familia me veía rara, y el sábado se presentó en el domicilio a amenazarme nuevamente. Era o contarle a mi mamá, o quitarme la vida, pero tuve el valor y hablé. Mi mamá me dijo que no tenga miedo, que ella estaba conmigo y que vamos a denunciar y así lo hicimos.
No tuve asistencia psicológica desde que denuncié. Yo presento pruebas, pero nadie hace nada. Es un hombre mayor, tiene 60 años, no vive cerca de mi casa, pero viene igual por aquí. Desde ese día tengo ataques de pánico, no vivo tranquila, no puedo comer, ni dormir, no puedo más”, fue el relato de la mujer por Multivisión Federal.