El estudio científico publicado en ScienceDirect dice que el chisme es bueno para la salud. El informe involucró a 22 estudiantes que participaron en distintos tipos de conversación. Los resultados mostraron que durante las conversaciones de chismes, las participantes experimentaron un notable aumento de oxitocina, también llamada la “hormona de la felicidad”.
El estudio científico publicado en ScienceDirect dice que el chisme es bueno para la salud. El informe involucró a 22 estudiantes que participaron en distintos tipos de conversación. Los resultados mostraron que durante las conversaciones de chismes, las participantes experimentaron un notable aumento de oxitocina, también llamada la “hormona de la felicidad”.
Este incremento está asociado con sentimientos de relajación, bienestar y disminución del estrés. De manera simultánea, se observó una reducción de **cortisol*, la hormona relacionada con el estrés, indicando que el chisme tiene un impacto positivo en la salud emocional.
Los investigadores descubrieron que el chisme también ayuda a fomentar vínculos sociales, lo que favorece las relaciones interpersonales y, a su vez, reduce el miedo y la ira, regulando las emociones y promoviendo un mayor equilibrio psicológico.
¿Son chismosos los salteños?
En un sondeo realizado por El Tribuno en Salta, los vecinos se mostraron ampliamente de acuerdo con los hallazgos del estudio, y algunos de los entrevistados afirmaron que el chisme forma parte de la vida diaria en lugares como el trabajo, el barrio e, incluso, entre familiares y amigos.
Uno de los aspectos más destacados de este relevamiento fue la percepción de que los hombres son más propensos a compartir chismes que las mujeres. «No importa el lugar, siempre hay tiempo para un chisme,» dijo un joven a El Tribuno, enfatizando que cualquier contexto social es idóneo para este tipo de charlas.
Otra salteña también coincidió en que el chisme se genera en todos lados y en su entorno familiar, los hombres son quienes más lo practican: «El chisme es común en el barrio, con la vecina y hasta en el trabajo, pero en mi familia los hombres son los primeros en contar novedades.»
El chisme, un fenómeno humano con poderes positivos
A diferencia de la percepción general de que el chisme tiene una connotación negativa, esta investigación sugiere que puede ser un medio para reducir el estrés y fomentar la conexión social. Los salteños parecen estar en sintonía con esta idea, y aunque los resultados puedan sorprender, es una realidad que cada vez se acepta más: el chisme, en pequeñas dosis, puede ser bueno para la salud.
Entonces, ¿los salteños son chismosos? ¡Al parecer sí! Y según la comunidad, los hombres llevan la delantera.