Dos meses después de que ambas cámaras del Congreso votarán la ley de financiamiento Universitario, Diputados votó a favor del veto presidencial a la ley.
Como con el veto a la mejora de haberes para los jubilados, la ajustada votación dejó a Javier Milei, sin holgura, por arriba del tercio necesario de los presentes.
Fueron 18 diputados los que, por una u otra acción, omisión, o razón, facilitaron el triunfo del oficialismo.
Algunos votaron, directamente, de una manera contraria a lo que lo hicieron en la sesión en que se aprobó el proyecto. Tres de ellos -dos radicales y un delegado del gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal- pasaron sin escalas de apoyar la ley a rechazarla: Martín Arjol, Federico Tournier, y José Luis Garrido.
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Martín Arjol, Federico Tournier, y José Luis Garrido
Se debe destacar en este caso una experiencia particular. En agosto, el entrerriano Pedro Galimberti, de la UCR, votó a favor de la Ley. En este tiempo, fue tentado con un cargo en un ente nacional, y al aceptar fue reemplazado por Nancy Ballejos, del PRO, que este miércoles votó en sentido contrario.
Otros 5, un radical y los 4 que responden al gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, se retractaron de su voto inicial y optaron por abstenerse: Pablo Cervi, Alberto Arrúa, Carlos Fernández, Yamila Ruiz, y Daniel Vancsik.
Tres votos positivos de la Ley en agosto, en esta oportunidad se ausentaron: Fernando Carbajal, Yolanda Vega, y Alejandra Torres.
Seis que no participaron de la sesión de agosto, de todos los colores políticos (dos radicales, dos de Pro, un libertario y una peronista que responde al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo) llegaron hasta el congreso para defender el veto: Mariano Campero, Luis Picat, Gladys del Valle Medina, Sabrina Ajmechet, Emmanuel Bianchetti, Gerardo González.