Tras la decisión de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ) de archivar la causa de denuncia por acoso sexual y laboral contra el decano de la Facultad de Ciencias Exactas, Rodolfo Bloch, la polémica sigue en escalar. La votación secreta del Consejo Superior, que resultó favorable al decano, generó una ola de indignación entre diversos sectores, entre ellos el Movimiento de Mujeres Sanjuaninas, que expresó su fuerte rechazo a la resolución. Edith Liquitay, una de las referentes del grupo, habló en el programa Banda Ancha, donde expuso su postura con firmeza.
Liquitay señaló que el Movimiento de Mujeres Sanjuaninas se adhirió al comunicado emitido por parte de la multisectorial en defensa de la universidad. Para ella, la universidad debía respetar el trabajo de la Oficina de Igualdad de Género, la cual ha sido clave en la lucha contra la violencia y discriminación dentro de la institución: «Es necesario que se respete lo que trabajó la oficina por la igualdad de género en contra de las violencias y discriminación», sostuvo.
«La oficina recepcionó la denuncia con la enorme valentía de quien se animó a denunciar en su momento, compañera que abrazamos y acompañamos hasta las instancias que sean necesarias», declaró la referente feminista, resaltando el difícil proceso que vive la denunciante.
Además, la referente del movimiento describió las consecuencias personales que ha enfrentado la supuesta víctima: «Ella ha tenido que interrumpir toda su vida laboral, personal, ha sido terriblemente expuesta», denunció Liquitay, señalando que mientras tanto, «el decano figura en actos públicos de una manera tremendamente impune».
En cuanto al procedimiento llevado a cabo por el Consejo Superior, Liquitay recordó la estructura del cuerpo y el mecanismo de votación: «El Consejo Superior tiene 36 integrantes, de estos 36 integrantes tenían que votar 26 para poder convocar asamblea universitaria y desplazar en su cargo al rector», explicó.
Una de las posibles acciones, según Liquitay, es que el Consejo rechace el acta de la sesión anterior: «Un consejero o una consejera puede no dar lugar al acta de la sesión pasada, porque cada vez que comienza una sesión hay que aprobar el acta de la sesión pasada«, explicó. De esa forma, se podría reabrir la discusión sobre el caso.
La representante del movimiento también hizo hincapié en el trabajo exhaustivo realizado por varios sectores de la universidad para investigar la denuncia contra el decano: «No solamente las votaciones, ha trabajado la Oficina por la Igualdad de Género, ha trabajado el área de sumarios y asuntos legales», detalló Liquitay, subrayando que el dictamen de estos organismos recomendaba la destitución de Bloch.
«Está comprobado, no está puesto en duda en ningún lugar que hubo acoso laboral y acoso sexual», afirmó con contundencia.
Finalmente, Liquitay hizo un llamado a la solidaridad y a no bajar los brazos en esta lucha: «Hemos conquistado leyes que en su momento se veían algo imposible y lo hemos logrado», recordó. «Lo que hay que hacer ahora es respaldar con toda solidaridad a la persona afectada y seguir exponiendo esta situación», concluyó.