Sergio Vallejos decidió pedir el juicio político contra tres de los cinco cortistas en ausencia de Marcelo Orrego. En Banda Ancha el ex candidato a gobernador dijo que se movió en absoluta soledad. Que está actuando por convicción. Y que, hasta ahora, nadie le pidió que se detenga.
Vallejos encabeza el sector que la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, bautizó como ‘los villarruelines’. Liberales, no libertarios. No confundir. Dialoguistas de amplio espectro. Fundamentalmente, con una profunda vocación de poder.
El propio Vallejos lo explicó muy sencillamente: ‘los liberales discutimos como los radicales y ejecutamos como los peronistas’. En otros términos, los trapos se lavan en casa. No les gusta el bochinche. El barullo es libertario. Nótese la diferencia.
Los liberales de Vallejos están diseñando el 2025 desde ahora. Tal vez el punto de partida haya sido la presentación contra los tres ministros de la Corte de Justicia, Adriana García Nieto, Daniel Olivares Yapur y Marcelo Lima, el martes 1 de octubre. Fue toda una declaración.
Vallejos provocó la caída de la candidatura de Sergio Uñac el año pasado. Llegó hasta la Corte Suprema con su planteo de inconstitucionalidad. Resulta contrafáctico suponer qué hubiera pasado en el mano a mano entre Uñac y Orrego. Lo cierto es que hubo punto final a 20 años de gobiernos justicialistas. No se puede desconocer el impacto del capítulo judicial.
Ahora Vallejos puso a la Legislatura con mayoría uñaquista a resolver si hay o no hay causales de destitución de tres cortistas vinculados al ex gobernador: García Nieto fue su Asesora Letrada de Gobierno, Olivares Yapur fue compañero de fórmula como diputado por Pocito en 2003 y Lima fue su vicegobernador entre 2015 y 2019.
Si existiera alguna chance de que prospere el juicio político, allá por enero Vallejos le podría entregar a Orrego tres vacantes en el máximo tribunal. El gobernador tendrá que nominar a los reemplazantes. Para ello falta mucho todavía. Puede quedar todo en la nada. Basta que la Sala Acusadora de la Legislatura rechace la presentación.
De cualquier modo, Vallejos habrá obtenido su rédito político. Dejará expuestas las posiciones en la Cámara de Diputados. Será noticia un tiempo más. Imposible ignorarlo. Como tampoco se podrá obviar su vínculo con la vicepresidenta.
‘A mí me encanta Victoria Villarruel’, dijo el ex candidato a gobernador a quien La Libertad Avanza le prohibió usar la simbología del león en la campaña 2023. Tuvo que despegar toda la cartelería en la vía pública, para acatar la orden. Fue así que terminó inscripto en la alianza de Orrego.
En San Juan, liberales por un lado y libertarios por el otro. En Nación las cosas no difieren demasiado.
La propia Villarruel blanqueó su tensión con la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Pobre jamoncito. En San Juan la tirantez tiene correlato. La enemistad de Vallejos y José Peluc viene de largo arrastre. Las cosas se dieron así. Hoy pueden construir cada uno por su lado, en andariveles bien separados. Las damas desde Buenos Aires habilitaron la carrera.
‘Ella no se quiere meter en el bochinche’, explicó Vallejos cuando tuvo que referirse al notable distanciamiento entre la vice y el presidente. ‘Por ahí los libertarios parecen un centro de estudiantes, gritan, putean, insultan, tiran piedras. Los liberales somos más constructivos’, dijo el villarruelín. Habrá que anotar el neologismo porque esto recién empieza.
Así como Villarruel se entiende bien con una parte del peronismo, como Guillermo Moreno, Vallejos también tiene la decisión de iniciar un diálogo político rumbo a 2025 con ‘todos los que ‘abracen las ideas de la libertad’. Por ejemplo, con los ‘amigos’ de Unidos por San Juan. Es decir, desde Producción y Trabajo hasta el PRO, pasando por el GEN de Marcelo Arancibia y ACTUAR de Rodolfo Colombo. La lista sigue.
Sin embargo, a diferencia del año pasado, cuando todos corrían en cierta horizontalidad, hoy existe una cabeza y es Orrego. Su posición cambió cuando ganó la elección y mucho más cuando asumió el poder. Vallejos no tiene el menor problema con el nuevo orden.
De hecho, este miércoles dijo que al gobernador hay que dejarlo gobernar y hay que ayudarlo, desde adentro o desde afuera. Son aliados. Quiere serlo. La victoria de los villarruelines es mucho más que un juego de palabras. Es una meta.
JAQUE MATE