No solo tiene la pinta. Lucas Céspedes lleva en la sangre su pasión por las jineteadas y los encuentros tradicionales. Lo heredó de su padre y, a sus 19 años, resigna noches sabatinas de larga tirada para decir presente en estos fraternales eventos.
El pasado domingo fue de los primeros en llegar al predio en el que tuvo lugar el Festival del Centro Tradicionalista Gauchos de 9 de Julio. Era en su departamento y por nada del mundo se lo iba a perder.
Boina ladeada, pañuelo al cuello, bombacha de gaucho y alpargatas. Lacónica descripción de la pilcha que eligió para disfrutar de esta velada en la que el frío se invitó solo y terminó eclipsado por el calor y la pasión con la que disfruta la paisanada.
LUCAS.jpg
Lucas, mate en mano, se lanzó a hilvanar su historia: “Soy de 9 de Julio, pero pertenezco a la Agrupación Gaucha Raíces y Tradición de Rawson. Los domingos vamos a las jineteadas para disfrutar con la familia y con los amigos. Nos encanta compartir este tipo de eventos y jugar con los caballos”.
“Participamos en la mayoría de los juegos, eso depende de los caballos que traigamos. A mí uno de los que me gusta es el ‘Salto del cuero’, que es uno de los más fáciles. Consiste en salir de la casilla, saltar el cuero, dar vuelta al palo, volver a saltar el cuero y llegar a la meta”, añadió el joven Céspedes mientras ‘relojeaba’ lo que acontecía dentro de la cancha de jineteadas.
Los domingos vamos a las jineteadas para disfrutar con la familia y con los amigos. Nos encanta compartir este tipo de eventos y jugar con los caballos Los domingos vamos a las jineteadas para disfrutar con la familia y con los amigos. Nos encanta compartir este tipo de eventos y jugar con los caballos
‘La India’ se llama la yegua que tiene y a la que desde el primer momento –según reflejó el brillo de sus ojos y la sensible firmeza de su forma de hablar- considera parte de su familia.
“A los caballos hay que dedicarles tiempo. Hay que prestarles atención, cubrirle sus necesidades como el alimento, las vacunas, etc”, explicó este simpático guacho, al que no le molesta alguna que otra ‘gastada’ surgida en el barrio: “Mis amigos me llaman ‘campesino’, pero es lo que me gusta hacer”.
Lucas está terminando la secundaria y su próxima meta académica será iniciar el año que viene los estudios para convertirse en policía. Mientras tanto invierte los fines de semana en su pasión: “Trato de no salir los sábados para venir con todas las luces. Me lo paso muy bien jugando con los caballos, aunque creo que esto ya lo dije (Risas)”.