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En el Día del Trabajador Hotelero y Gastronómico, Villa de Merlo recuerda a «El Negro» Mancilla

Ramón «Tati» o «El Negro» Mancilla fue un trabajador emblemático del mundo gastronómico de la Villa. Fue el mozo preferido del poeta Antonio Esteban Agüero y trabajó hasta casi los 90 años. Murió el pasado 24 de marzo.

El 2 de agosto de 1948 se constituyó la Federación Obrera Argentina de la Industria Hotelera (FOAIH), hoy conocida como Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra). Esta fecha marca la celebración del Día del Gastronómico.

San Luis se une a esta conmemoración destacando a una figura emblemática de la gastronomía local: “El Negro” Mancilla. Su historia comienza como mozo en la hostería de Teresita Gallardo y culmina como propietario del icónico bar Comechingones, situado frente a la plaza principal de Merlo.

Mancilla, conocido cariñosamente como “El Negro”, inició su carrera en la gastronomía a mediados de los años 50, cuando con solo 18 años abrió el bar Comechingones en la esquina de Juan de Videla y Coronel Mercau. Más tarde, el establecimiento se trasladó a su ubicación actual en la calle Coronel Mercau, cerca de la Municipalidad. El nombre del bar fue sugerido por el poeta Antonio Esteban Agüero, quien veía en Mancilla a un auténtico hijo de las sierras.

En sus primeros días, el bar era un lugar de encuentro para los habitantes y turistas que disfrutaban de un vino o vermut y jugaban a las cartas. Además, fue un punto clave para la llegada y salida de los primeros micros de larga y media distancia.

Con el paso del tiempo, el negocio se adaptó al creciente turismo y expandió su oferta. Mancilla introdujo la famosa “picada de 40 platitos” y colocó mesas en la plaza, fomentando la vida social de la comunidad.

A los casi sus 90 años, Mancilla seguía trabajando junto a sus hijos y nietos, quienes heredaron su pasión por la gastronomía y el servicio. Falleció el 24 de marzo de 2024, dejando un legado imborrable. Fue conocido como el “mozo preferido del poeta Agüero” y como un querido narrador de historias y anécdotas de la Villa de Merlo.