Este jueves por la mañana, el periodista ambiental Maico Martini se refirió a una protesta que se realizó esta tarde, en contra de la obra del Parque Acueducto Vulpiani, ya que la misma habría comenzado sin tener el estudio de impacto ambiental aprobado. “Es un reclamo en contra de la obra Parque Acueducto Vulpiani, pero no en contra de la obra en sí, sino de los procedimientos legales y administrativos que deben corresponder en una obra de tales características para mitigar al máximo posible el impacto ambiental de dicha construcción”, comentó Martini.
Según relató, se han presentado en dos ocasiones la solicitud de acceso al estudio de impacto ambiental correspondiente a la obra y todavía no han podido acceder al mismo. “El día 19 de abril la respuesta que recibimos fue que el estudio de impacto ambiental no estaba, pero que la empresa aún tenía la obligación de presentarlo y que aún estaba en el plazo para presentarlo. Hoy nos fue informado que ya fue presentado, pero, sin embargo, todavía nosotros no tenemos acceso al estudio de impacto ambiental”, contó Martini.
“Según la legislación vigente en Argentina, en la provincia de San Luis y también en el marco internacional, toda obra pública o toda obra que tenga un potencial impacto sobre el ambiente tiene que pasar por un proceso de evaluación de impacto ambiental que corresponde, por una parte, a la evaluación técnica del área del Gobierno; y también una parte de participación ciudadana en la que los ciudadanos pueden acceder al estudio de impacto ambiental, analizarlo, leerlo y, en el caso de que lo amerite, hacer consultas u objeciones sobre el estudio de impacto ambiental, buscando minimizar al máximo posible los impactos ecológicos de esta obra”, explicó el periodista ambiental.
“Cabe recalcar que esta obra se desarrollará en 12,7 hectáreas, catalogadas como amarillas por el ordenamiento territorial de bosques nativos, es decir, que su aprovechamiento queda limitado a recolección, turismo, aprovechamiento sostenible e investigación científica. Entonces, bueno, se pueden permitir los desmontes siempre y cuando se cumpla con todo el proceso de ordenamiento territorial y un plan de manejo forestal sostenible. Más teniendo cuenta que es una zona de bosques tanto exóticos como nativos, muy frondosa, que a su vez es un purificador del aire, un pulmón verde de la ciudad de Juana Koslay. También es refugio y alimento de diferentes especies de aves y animales”, continuó Martini, quien precisó que “el pasado martes también hubo otro encuentro de ambientalistas en el lugar y había una máquina topadora ya trabajando, aplanando la zona y se llevó entre otras cosas dos árboles frutales”.