Amanda fue la elegida para el lavado y secado de las camisetas de la primera división mayor del C. A. I. de Avellaneda. En los límites de un pueblo, esta “Diablita” evoca su ciudad natal y mientras espera que la vengan a entrevistar, recupera “dones” y “escenas de entusiasmo”. Es que La Diabla relata las glorias pasajeras desde una tierra apestada y recrea un campo de voces familiares que interrogan los usos y las costumbres de las mujeres y los hombres de un paisaje cercano.
Amanda es la protagonista de Los cielos de la diabla, trabajo que la tiene en escena a la enorme actriz rosarina Vilma Echeverría, estrenado en 2019, que ya pasó por varios encuentros y festivales nacionales, y que regresa este viernes a la cartelera local, esta vez a La Orilla Infinita.
Los cielos de la diabla cuenta con dramaturgia y actuación de Vilma Echeverría, al frente del un gran equipo artístico y de producción, que sumó en su momento las tutorías en dirección y dramaturgia de Elena Guillén y Gustavo Guirado, con producción general de la propia Echeverría.
Una mujer sola en el borde de un mundo
En Amanda conviven todas las mujeres solas, las mujeres de otros tiempos, las madres, las tías y las abuelas de delantales húmedos hablando y gritando un cocoliche. En Vilma Echeverría hay algo de las mujeres del Neorrealismo Italiano traspolado a la pampa húmeda con esa capacidad de una memoria latiendo en la que la formación de Independiente campeón y un viejo afiche de la revista El Gráfico pegado en el pasillo de su casa de la infancia en su Arequito natal se vuelven un signo y un disparador insoslayable: porque además el material confirma fehacientemente que la Patria es la infancia.
Voces de mujeres en un paisaje del sur santafesino
Pero también habitan en ella la nostalgia de un tiempo que pasó, el arrebato y la tristeza de una tierra de patio yerma más allá de esa lluvia esperada, la creencia mágica de una tierra agotada que la devora en un devenir que es propio del realismo mágico latinoamericano, algo que la actriz maneja con su conocido talento.
Más que nunca en su recorrido como actriz, Echeverría se anima con este trabajo a un humor asociado a la nostalgia y trabaja un personaje abierto, permeable, impredecible, aún más riesgoso que todos los que hizo, donde ella aparece revelada, desnuda, por momentos en carne viva y con las manos ajadas de tanto fregar, en el contexto de un monólogo dramático y poético, donde, al mismo tiempo se desnuda una violencia ejercida históricamente sobre los cuerpos de las mujeres.
Para agendar Los cielos de la diabla se presenta este viernes 25 de octubre, a las 21, en la sala La Orilla Infinita (Colón 2148). Las entradas anticipadas se venden en https://laorillainfinita.com.ar/productos/los-cielos-de-la-diabla/