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Cómo debería ser el tratamiento periodístico ante casos de suicidio

Después de las Jornadas de Prevención del Suicidio realizadas en la provincia, una problemática del campo de la salud mental, se abrió el debate sobre si se debe o no comunicar desde los medios un caso de suicidio, y en caso de hacerlo, cómo y con qué resguardos y cuidados.

Uno de los disertantes de las Jornadas, Mariano Rulet, periodista de la ciudad de Río Grande y especialista en la materia, abordó el tema en FM Master’s.

Rulet reconoció como un mito la práctica habitual de los medios de comunicación de renunciar a difundir noticias sobre suicidio, en el entendimiento de que, de hacerlo, se puede llegar a inducir a una persona a cometerlo. “Se empezó a utilizar en los años 60 y 70 en los medios de comunicación y entonces lo mejor que hacían muchos medios era no hablar del tema, y si no en algunos casos solo hablarlo si eran personalidades o celebridades” se explayó.

Según informó, “quedó demostrado que no, que había varias falencias en eso, que las investigaciones eran bastante escuetas”. Desde su experiencia y conocimiento propuso lo que se llama efecto Papageno: “cuando hay un tratamiento adecuado en el abordaje de noticias vinculadas al suicidio se produce un efecto preventivo que puede reducir el número de muertes por esta causa”.

En el caso que una noticia contenga un tratamiento adecuado, reinforma, busca la prevención, la empatía, “se va a lograr que el público tenga una identificación positiva, no negativa” aseveró.

Básicamente lo que Rulet transmitió es que la premisa es contar con “idoneidad al informar sobre los suicidios”. Además, como comunicadores evaluar “si la noticia que estamos dando tiene una información útil. Tenemos que informar sobre los signos de advertencias que permiten prevenir la conducta. Tener conciencia si el suicidio es una problemática social y de salud. Tratar de disminuir el estigma asociado a la conducta suicida. Tratar de rebatir algunos mitos” enumeró.

Asimismo, aconsejó constatar el tipo de información con la que se habla, “si las fuentes son fiables, si hay un grado de fiabilidad en lo que estamos contando, si las estadísticas son actuales”.

Con respecto a las estadísticas, Rulet aludió al fin de semana pasado, ante las dos fatalidades que ocurrieron en nuestra provincia, frente a las cuales “me lamenté mucho por mis colegas periodistas que decían que la tasa más alta de suicidio es la de Tierra del Fuego. Y no sé de dónde sacan esa información, pero es falsa” aclaró, basándose precisamente en información oficial del INDEC.

Además, le restó entidad al ranking de tasa de suicidio como elemento periodístico: “la verdad no sé qué conclusión se puede sacar de eso. No me parece que hay una tabla de promedios y de ponerse contentos si somos quintos o terceros”, además de reprochar la utilización de cifras interanuales, cuando la problemática multicausal requiere de varios años para, en todo caso, establecer tendencias.

“Con el título ‘somos la provincia con la tasa más alta de suicidio’ lo que buscamos desde los comunicadores es el sensacionalismo, que es lo que no hay que buscar” analizó puntualmente.

Insistió en el crucial concepto de brindar un lenguaje apropiado: “lamentablemente a veces vemos que se adjetiva de manera negativa, hay que evitar el lenguaje sensacionalista, evitar estigmatizar a la persona fallecida, a veces hay datos irrelevantes como ‘el joven se quitó la vida, se habría peleado con la novia”.

Tratar de no ser redundantes en la palabra suicidio y no ser grotesco a la hora de las descripciones, tanto del método como del lugar, son otras premisas que Mariano Rulet propuso para un correcto tratamiento de la delicada información.

Más allá de la comunicación, analizó en términos generales que cada caso de suicidio “es un mundo aparte, pero hay alguna generalidad. En algunos casos estas personas toman esta decisión para dejar de sufrir, no es que no quieran dejar de vivir, quieren calmar un dolor”.

En casos, ante el sesgo de no ver oportunidades y creer que no hay otra solución, toman la iniciativa: “tal vez no se pueda encontrar en la familia, muchas de estas personas lastimosamente viven un infierno dentro de su casa. Ahí es cuando hay agentes sociabilizadores que tienen que estar atentos -escuelas, club de deporte, salud- y tratar de notar ciertos signos”. No todo va a ser siempre tan explícito, advirtió, “pero se pueden ver algunos signos, el cansancio, el no tener ganas de salir, se empiezan a ver algunas señales. Y a veces los familiares no los ven, porque a veces son los causales” concluyó el periodista Mariano Rulet.