Pablo Antonio Amín, que en 2007 asesinó y mutiló a su esposa en el por entonces llamado Gran Hotel del Tucumán, solicitó salidas transitorias del penal de Villa Urquiza, algo que por el momento fue denegado por la Justicia.
En una audiencia virtual, la Justicia denegó el pedido al hombre, que una noche de octubre asfixió hasta la muerte a María Marta Arias en la habitación que compartían. Luego, con un elemento cortante le sacó sus ojos y los dejó sobre la cama; le cortó sus partes íntimas y golpeó el cuerpo. Después lo arrastró cuatro pisos abajo, hasta que un empleado del hotel lo descubrió completamente desnudo, bañado en sangre y pateando con furia el cadáver de su esposa.
Desde el Ministerio Público Fiscal, argumentaron en la audiencia que “hay informes psicológicos, psiquiátricos y sociales, que son contundentes y que indican que no está apto para salir. Lo que señalan es que se trata de una persona que no controla sus impulsos”. “Desde 2013 que dejó de medicarse por decisión propia”, señaló Gonzalo García, de la Unidad de Ejecución de Sentencias.
En ese sentido, García explicó que “no están dadas las condiciones para que este Ministerio Público dé una recomendación favorable para que el detenido pueda acceder a este beneficio. No hay un informe psiquiátrico que afirme que Amín está apto para regresar a la vida libre”
“No están dadas las condiciones para que este Ministerio Público dé una recomendación favorable para que el detenido pueda acceder a este beneficio. No hay un informe psiquiátrico que afirme que Amín está apto para regresar a la vida libre”, admitió García.
“Consideramos fundamental que un profesional nos diga si las salidas de Amín no van a representar un peligro tanto para él como para terceros. Hay informes que indican que presenta un trastorno paranoide con ideas delirantes. Consideramos desfavorable la concesión del beneficio hasta tanto un profesional nos ilustre en el tema”, concluyó.
Durante la audiencia, el homicida hizo uso de la palabra, e hizo hincapié que en el juicio realizado en 2009, fue “drogado” con inyecciones que lo llevaron a actuar de manera irracional. “No estoy disconforme con la pena que he recibido, pero el correr de los años le dieron la razón al perito de parte y a los planteamientos que se hicieron en ese momento y eso a mi me duele mucho, porque siento que han jugado conmigo con el tema de las inyecciones que me han puesto antes del juicio para hacer la payasada que me han hecho hacer”, relató.
“Digo que es una amnesia, porque hasta hoy lo he visto en las redes sociales al juicio, y es que desde ahí puedo asociar ciertas cosas, donde fue amenazado el doctor Lezana Flores. Yo hoy no me acuerdo de muchas entrevistas que han pasado. Han jugado conmigo, experimentaron con inyecciones de las cuales sufrí torturas, de las cuales las tengo hoy por hoy”, afirmó ante la atenta escucha de los participantes de la audiencia.
Luego, Amín aseguró tener “estigmas físicos” que se pueden comprobar con cualquier médico forense. “Tengo para que lo puedan comprobar, en mis manos, mis huesos y tobillos. Me obligaron poniendome inyecciones. Me hicieron un cóctel de medicamentos y en el estado en que estaba me llevaron al juicio donde deliré y me burlé del tribunal. Algo que dice el magistrado Herrera Molina ‘ yo hablé con usted ayer y era coherente’. Y así fue porque yo me fui con un cuaderno para contarle bien lo que ocurrió esa noche trágica que me trajo aquí a mí”, dijo.
Tras escuchar al homicida y los argumentos de la fiscalía, la jueza Ana iacono, resolvió un cuarto intermedio hasta la semana próxima, para que se realice una nueva audiencia en la que esté presente el médico psiquiatra y la psicóloga que atienden a Amín.
El acusado de asesinato solicita salir tres horas semanales, dos veces por mes de la cárcel. En ese tiempo iría al domicilio de su esposa, la que conoció en la cárcel y se casó en enero de 2019, con fiesta incluída dentro del penal.
El caso
El asesinato de María Marta Arias conmocionó por mucho tiempo a la provincia, debido a los detalles macabros que día tras día salián del hecho en los medios de comunicación. El periodista Pedro Noli, en 2013, realizó una investigación que quedó refeljada en una imperdible crónica publicada en el sitio Tucumán Zeta, a que tituló «Sangre en los Ojos».
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