Llegó el descanso de mitad de año que tanto esperaban los tucumanos, tucumanas y todo el país: el receso invernal. Tucumán será la capital del país el 9 de Julio y recibirá la visita de cientos de turistas de todo el país que vendrán a celebrar el Día de la Independencia y a conocer nuestra provincia, pero también, hay tucumanos que desean conocer más del interior y aprovechan estos días para hacer escapadas.
Villa Baturiana, un pequeño pueblo poco conocido y ubicado en La Cocha, se presenta como un lugar predilecto para quienes buscan la paz y el escape del bullicio de la ciudad.
En principio, el pueblo se encuentra a 125 kilómetros de San Miguel de Tucumán y para arribar es necesario llegar a Alberdi tomando la ruta 38 desde la capital. Posteriormente, los viajeros deben continuar por la Ruta Escaba hasta su finalización y seguir el camino de tierra marcado en subida para escalar hacia el relieve natural, donde se emplaza la comunidad. La selva que emerge en los alrededores acompañará a los visitantes a lo largo de todo el recorrido.
Lo cierto es que, sin tener un microclima específico, los que tienen la suerte de residir en el pueblo aseguran que es común experimentar temperaturas calurosas durante el día, más allá de la estación del año, y que la noche se vuelve más fresca con el correr de las horas apenas se pone el sol. Las humildes casas fueron construidas en medio de las montañas y, con ellas, también se dispuso la creación del dique Escaba para generar energía hidroeléctrica.
Una de las atracciones más elegidas por los recién llegados es la caminata por el “bosque energético”, ya que se trata de una caminata con baja dificultad. Lógicamente, también se pueden conocer las cascadas del río Marapa, las que también cuentan con distintas salidas para poder bañarse en el agua. El estado prístino de las piletas naturales maravilla a más de uno, al igual que las vistas de ensueño.
Foto: Facebook Hostal Lluq’ana Batiruana
A su vez, la ciudad ofrece espectáculos folklóricos durante fechas concretas, sobre todo en los fines de semana, y la gastronomía local recibe constantemente los elogios de los turistas. Por otra parte, hay turismo aventura y lugares para poder comprar artesanías, aprovechando la gran afluencia de gente durante la temporada alta y en el invierno, cuando vuelve a crecer la industria por el receso escolar y laboral.
Además, surgen propuestas culturales vinculadas a la provincia y el pueblo tiene opciones de lujo para alojarse, con precios relativamente populares. Allí, a su vez, se destaca la presencia de la Estación Biológica Batiruana, que está conformada por profesionales del Conicet y la Fundación Miguel Lillo: en el lugar, los científicos desarrollan investigaciones de flora y fauna, dictan cursos y reciben a los estudiantes de la zona.
Según informa la gente que fue o vive en zonas cercanas, uno de los motivos por los cuales el destino no es tan conocido en la región es debido a su poca accesibilidad. En total, de los 25 kilómetros que componen la ruta provincial, tan solo 13,5 kilómetros tienen carpeta asfáltica, mientras que el tramo restante está completamente lleno de ripio. Para colmo, el sector pavimentado cuenta con fisuras y baches que complican el paso de los autos, al igual que la falta de señalizaciones. Gracias a un extenso proyecto de recuperación impulsado por la Comuna de Yánima, el Ente Tucumán Turismo y un grupo de emprendedores, Villa Batiruana volvió a tener el lugar que se merece en el mapa.
(Fuente: TN)